Me has hecho reír mucho.
También llorar.
Te recuerdo en mi
infancia, con ese latiguillo que le repetías a tu “hija”, Marilina Ross, en una
telenovela de Migré:
«Mamita sabe».
De ahí en más te seguí, te
adoptó mi corazón.
Siempre estarás viva de
uno y otro lado del Río de la Plata.
Te recordaremos siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario