miércoles, 16 de julio de 2014

CORAZÓN PARTÍO

Con tanta fiebre de Mundial, quiero dar mi parecer:

Como emigrante he aprendido a querer al país donde vivo, a ser agradecida. Ninguno de mis abuelos me habló mal de Argentina o la comparó con Alemania, Italia o España. Jamás los escuché quejarse o los vi llorar. Mis abuelos me enseñaron a querer la tierra que piso. Me hace feliz saber que mi familia y mis amigos, de uno u otro lado del charco, se alegran de verme cuando paso por Buenos Aires o Málaga. También me hace feliz saber que aquí, en México, también los hay. He aprendido a no vivir dentro de un gueto, a hacer amigos donde quiera que viva. Sé que para mis amigos de Málaga soy una malagueña más. Tengo amigos muy queridos en muchos lugares del mundo. Y en todo este aprendizaje de ser emigrante, además de la humildad y el agradecimiento, está el haber desechado todo fanatismo, todo sentimiento nacionalista, aquel que cree que es mejor que el vecino. No así el patriótico, porque aún me sigue emocionando el himno y los logros de mi gente.

No sé qué me deparará el destino. Me gustaría morir en Málaga, aunque mis cenizas terminen junto al obelisco.

La bandera verde y blanca es la de Andalucía

9 comentarios:

Mauri dijo...

Corazón rePartío.

Inma dijo...

Yo siento un poco míos los lugares de la gente a la que quiero, así que soy un poquito argentina aunque nunca he cruzado el charco.

Andrea Vinci dijo...

Muy ocurrente Mauri. Y es verdad...

Gracias Inma, fan de Messi, ja, ja, ja

Rocío dijo...

Yo prefiero que vivas en Málaga y no que mueras...adelanta un poquito la vuelta ¿vale?. Un abrazo desde est,a también, tu orilla mediterránea.
Rocío

Anónimo dijo...

No soy de aquí ni soy de allá! Yo tambien tengo el corazón partio y creo que es una cosa maravillosa Xq significa que tienes amigos, amor y cariños en muchos sitios diferentes. Un beso desde este sur. Emilia

Juan Carlos dijo...

Son fuertes y claros los lazos que te unen a tu suelo natal, también a la tierra de tus ancestros y desde luego al país donde radicas. Sabio tu abuelo que te enseñó a amar la tierra que pisas. Sólo déjame agregar una experiencia. No sólo habitas donde te encuentras, también donde se te quiere y se te respeta, por ello, a través de esta ventana virtual, habitas en mil lugares diferentes, incluso donde nunca llegaste con tus valijas, pero llegaron tus letras y esa es razón suficiente para quererte y sentirte presente en el corazón.
En tu andar peregrino, aprendiste a querer más lugares de lo que mucha gente imagina, pero a la vez, mucha gente de mil lugares aprendió a quererte, más de lo que imaginas tú.
¡Un abrazo cordial!

Andrea Vinci dijo...

¡Mil gracias por tus palabras!!! son muy bonitas. Un fuerte abrazo virtual y espero, algún día, visitar tu tierra.

Diego dijo...

Todavía no te mueras Andrea. Vivir en otros lugares no solo amplía las fronteras físicas, también las mentales. Es cierto que uno deja de pensar con fanatismo creyendo que lo de uno es mejor que el resto. También se extraña mucho. Abrazos!!!!

Andrea Vinci dijo...

Gracias por tus palabras Diego. Ahora me encuentro en uno de esos "puntos" extrañables... Bs. As.