Con tanta
fiebre de Mundial, quiero dar mi parecer:
Como emigrante
he aprendido a querer al país donde vivo, a ser agradecida. Ninguno de mis
abuelos me habló mal de Argentina o la comparó con Alemania, Italia o España. Jamás
los escuché quejarse o los vi llorar. Mis abuelos me enseñaron a querer la
tierra que piso. Me hace feliz saber que mi familia y mis amigos, de uno u otro
lado del charco, se alegran de verme cuando paso por Buenos Aires o Málaga. También
me hace feliz saber que aquí, en México, también los hay. He aprendido a no
vivir dentro de un gueto, a hacer amigos donde quiera que viva. Sé que para mis
amigos de Málaga soy una malagueña más. Tengo amigos muy queridos en muchos
lugares del mundo. Y en todo este aprendizaje de ser emigrante, además de la
humildad y el agradecimiento, está el haber desechado todo fanatismo, todo
sentimiento nacionalista, aquel que cree que es mejor que el vecino. No así el
patriótico, porque aún me sigue emocionando el himno y los logros de mi gente.
No sé qué me
deparará el destino. Me gustaría morir en Málaga, aunque mis cenizas terminen
junto al obelisco.
La bandera verde y blanca es la de Andalucía
9 comentarios:
Corazón rePartío.
Yo siento un poco míos los lugares de la gente a la que quiero, así que soy un poquito argentina aunque nunca he cruzado el charco.
Muy ocurrente Mauri. Y es verdad...
Gracias Inma, fan de Messi, ja, ja, ja
Yo prefiero que vivas en Málaga y no que mueras...adelanta un poquito la vuelta ¿vale?. Un abrazo desde est,a también, tu orilla mediterránea.
Rocío
No soy de aquí ni soy de allá! Yo tambien tengo el corazón partio y creo que es una cosa maravillosa Xq significa que tienes amigos, amor y cariños en muchos sitios diferentes. Un beso desde este sur. Emilia
Son fuertes y claros los lazos que te unen a tu suelo natal, también a la tierra de tus ancestros y desde luego al país donde radicas. Sabio tu abuelo que te enseñó a amar la tierra que pisas. Sólo déjame agregar una experiencia. No sólo habitas donde te encuentras, también donde se te quiere y se te respeta, por ello, a través de esta ventana virtual, habitas en mil lugares diferentes, incluso donde nunca llegaste con tus valijas, pero llegaron tus letras y esa es razón suficiente para quererte y sentirte presente en el corazón.
En tu andar peregrino, aprendiste a querer más lugares de lo que mucha gente imagina, pero a la vez, mucha gente de mil lugares aprendió a quererte, más de lo que imaginas tú.
¡Un abrazo cordial!
¡Mil gracias por tus palabras!!! son muy bonitas. Un fuerte abrazo virtual y espero, algún día, visitar tu tierra.
Todavía no te mueras Andrea. Vivir en otros lugares no solo amplía las fronteras físicas, también las mentales. Es cierto que uno deja de pensar con fanatismo creyendo que lo de uno es mejor que el resto. También se extraña mucho. Abrazos!!!!
Gracias por tus palabras Diego. Ahora me encuentro en uno de esos "puntos" extrañables... Bs. As.
Publicar un comentario