Pavo para hacerle honor al
continente, con salsa y merengue de fondo
(de los vecinos de las casitas de
abajo).
Nada de protocolo.
A las 12, los fuegos artificiales desde mi terracita,
me
recordaron a Buenos Aires.
El 25 pasamos por primera
vez por el puente de las Américas.
Almorzamos en la Veracruz Panameña,
entre
pelícanos, garzas y los barcos haciendo cola para entrar al canal.
Un lugar que los
extranjeros no visitan…
Fin del día en Amador.