Entré
aquí hace un año por primera vez.
Algunos
me encuentran desde lejos.
Otros
me leen desde más cerca, llámese espacio o corazón.
Algunos
se pusieron en la lista de seguidores.
Otros
nunca entenderán cómo va eso de ser un «seguidor».
Da
igual cómo llegaron hasta acá.
Alguna
vez leyeron lo que escribo, miraron mis fotos,
se interesaron en lo que siente
una «emigrante».
Alguna
vez (y a veces ha sido sólo una vez),
entraron, fisgonearon, dieron su parecer,
me saludaron.
Gracias
a todos por haber entrado aquí, una o cien veces.
No
haré enumeraciones tipo publicidad de coca cola.
Alcanza
con que se sientan parte de esa «lista».
Escultura de Felguérez: Niña escritora