Para un cantante de ópera,
el sueño de su vida es entrar en La Scala de Milán.
Para un arqueólogo, el museo del Cairo.
Un jugador de fútbol se emociona en el Maracaná
y uno de tenis, en Wimbledon.
A mí me emocionan las Bibliotecas.
La Vasconcelos en particular,
porque aquí los libros vuelan.
el esqueleto que ven es de una ballena
5 comentarios:
Me has hecho recordar el día que entré en la Biblioteca de Londres, cerca de la estación de San Pancrás. Inmensa, con tantos tesoros en su interior, que me sentía Indiana Jones en busca de la Austen perdida.
Me encantó esta biblioteca donde no sólo la imaginación puede volar.
Besitos
Isa
Andrea a mí me encantan las bibliotecas, tantas almas encerradas dentro de cada libro, de cada personaje...
Esta tiene más pinta de nave espacial que de biblioteca al uso. Pero seguro que tiene su encanto.
Abrazos
en realidad tiene el encanto de lo enorme, de lo inabarcable
Parece una fábrica de historias.
las fotos no muestran lo que es en realidad, pero sí, ahora que lo dices, parece una fábrica de historias.
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