Ese que está ahí
no es el que era
lo miro y no lo
reconozco
ayer nomás
sonreía
y yo le respondía
la sonrisa
contaba historias
que escucho
y sus manos
hacen magia en la
memoria
origamis de
pensamientos
sus silencios
profundas cavidades
de paz
donde no se teme
y nada inquieta
es parte de su
pentagrama
como el grito
como el llanto
fuerza rítmica de
compás y misterio
hoy lo miro
y no lo reconozco
recuerdo la risa
que flota
ataúd
que no contiene
lo que contiene.
© Andrea Vinci
16/05/2000
3 comentarios:
Un nudo en la garganta, un nudo en el estómago...tu poema es un nudo que duele.
Gracias amiga. Es un homenaje a mi padre. Ayer fue el aniversario de su muerte. Yo escribí ese poema tres días antes de que muriera. Él estaba sano. Murió de golpe.
¿Tres días antes de que muriera de glope? Qué fuerte no!!!
Muy emocionante Andrea.
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