(fragmento)
Es cierto: quise ser la Maga. También
quise ser Talita y
Oliveira. Quise ser Traveler. Y el
bebé Rocamadour. Quise ser Julio
Cortázar y enamorarme en París
de las palabras, (…)
Sandra Lorenzano
Manuscrito de Rayuela
«Me encantan las rayuelas. Me retrotraen
a la tiza y al terrazo en el que solía dibujarlas. Mi abuela limpiaba el suelo
antes de que me pusiese a ello. “Espera, espera”, me decía. Si no tenía
paciencia suficiente y aún estaban húmedas las lozas, la tiza dejaba un trazo
más ancho y más oscuro que se avivaba al secarse. Esa progresión de intensidad
me parecía mágica. Dibujar el diagrama formaba parte ya del juego, por
supuesto. Un juego es una iniciación, y toda iniciación requiere un tiempo:
gestos que ayuden a centrar la atención.»
Chantal Maillard
(fragmento)
De cuadrado en cuadrado,
tira la piedra y salta
hasta alcanzar el cielo.
De cuadrado en cuadrado,
dobla el compás y mira
cómo tus piernas hacen
un cuadrado redondo,
un círculo cuadrado:
Ése el cielo, que está
tan a tiro de piedra
que eres tú con tus nueve
añitos, tus dos trenzas
y tu falda manchada
con restos de merienda.
Jesús Aguado
3 comentarios:
Gracias Andrea!, ¡Ay! cuándo tendré narices de leerla?
No la completé. Como las rayuelas de tiza en el suelo me parece un recorrido de equilibrista que requiere habilidad y voluntad. Todavía no las he encontrado juntas. Pero siempre me parece que, como las rayuelas de tiza, me está invitando a que la juegue. He leído que Cortázar, su obra, es juego y encuentro ( dos de sus temas, de sus obsesiones). Y en Rayuela está ese espíritu. Pero pienso que se trata de un juego exigente, que hay que tomarse en serio, como la vida. No en vano, el juego de La Rayuela es una metáfora de la existencia.
Cortázar ha sido la voz de la cavilación y las observaciones agudas presentadas en forma magistral.
Un abrazo Californiano.
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