La Malagueta-Málaga
Veo mi calle a trasluz, de acuerdo al sentido del
viento.
Los olores mutan con la veleta y la claridad
cambia el espacio.
Tiene apenas sesenta y tres pasos y medio,
y dos edificios la contemplan.
Ninguno de los dos es digno de mi calle, ni de su
nombre.
Tiene frente y espalda.
Dependiendo de hacia dónde mires
los olores te envuelven de peces o pescados,
de fritos y mareas,
de platos y cubiertos que vuelan entre cantos de
sirenas.
Y puede que acaricie al viento, en llamarada,
el grito de algún buque,
la risa de algún niño.
Entonces, en su corta armonía,
no son las paredes la que la hacen bella.
Ni siquiera los ilustres que la caminaron.
Sólo ese lugar hacia donde todos se paran,
hacia donde todos miran,
ese lugar al que nadie da la espalda
y que su sola presencia tranquiliza:
mi calle baja al mar,
ese es su remedio.
© Andrea Vinci
Dedicado a la que fue mi calle en el barrio de La
Malagueta-Málaga:
C/ Pintor Casilari Roldán
5 comentarios:
Gracias por ese paseo entre muros y entre mares, con sus olores y su nostalgia. Un abrazo amiga
Cuando paseo por tu calle, parece que te veo a lo lejos, o al frente. Siempre-siempre te veo. Será que algo, o mucho, tuyo se quedó por aquí.
Andrea camino con tus palabras por ese barrio donde dejaste tu huella.
abrazos
Gracias niñas
Ese es también mi barrio. Es cierto, a muchas de sus calles sólo las salva el mar. Pero las salva del todo!!
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