Cuando todos los rincones se atiborran de gente,
paseantes o turistas,
uno encuentra escondrijos desérticos,
incluso aquellos que son
Patrimonio de la Humanidad.
Y si algún día pasan por aquí, no se pierdan el
observatorio.
No apto para fóbicos.
1 comentario:
Guauuuuu, un lugar mágico, sin gente, sin gritos, sin cientos de cámaras esperando una tras otra, o arremolinadas unas junto a otras, y disparando o filmando sin pedir permiso. El lugar me ha transmitido paz. Me quedo con eso. Gracias, una vez más.
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